18.1.13

Hace ya casi un año que las Pussy Riot cantaron en la catedral de Cristo Salvador contra Putin y la connivencia de la iglesia con el estado ruso.


En esta acción fueron detenidas tres de ellas, las cuales han sufrido un proceso judicial extendido durante meses. Todo un fenómeno mediático internacional donde han predominado las muestras de solidaridad y la polémica. Incluso las expresiones de apoyo han generado controversia puesto que también hay quien ve muy extraño la publicidad de la que ha gozado el caso (se puede ver un ejemplo de esta discusión en los dos comentarios a este comunicado de apoyo). 

Ante esta acción, ampliando un poco la mirada sobre la historia cultural del siglo XX saltan a la vista ciertas conexiones o hilos que unen generaciones. Una atavismo que nos permite reconocer en las actuaciones de personajes del presente, momentos de un pasado del que inevitablemente nos alimentamos. En cierto modo podemos reconocer a las rusas en la imagen de Johannes Baader gritando en 1918 desde el altar de la catedral de Berlín:

"¡EL DADÁ SALVARÁ AL MUNDO!
¡AL INFIERNO CON CRISTO!
¿QUIÉN ES CRISTO PARA TI? ES IGUAL QUE TÚ... ¡LE IMPORTA UN CARAJO!
¡NOS IMPORTA UN CARAJO JESUCRISTO!
¡VOSOTROS SOIS LOS QUE OS BURLÁIS DE CRISTO, OS IMPORTA UN CARAJO!

¡CRISTO ES UNA SALCHICHA!"

El relato difiere según las fuentes, ni siquiera sabemos la fecha exacta, pero realmente expone una de las tendencias de los dadaístas berlineses: cambiar la voluntad personal sobre las situaciones de la vida cotidiana. Por otro lado, también los dadaístas desde el comienzo de su actividad oficial a comienzos de 1916 en el Cabaret Voltaire de Zúrich encontraron un amplio hueco en la prensa. A través del tiempo se deslizaba un modus operandi muy efectivo para el llamamiento revolucionario desde el arte.

En efecto, el relato sobre el discurso berlinés de Baader sienta un precedente, no sabemos si tenido en cuenta o no, para el asalto a Notre Dame de París del grupo letrista el 9 de abril de 1950. En plena misa de Pascua, cuatro jóvenes parisinos (Michel Mourre, Serge Berna, Gabriel Pomerand y Marc, O) entran en la catedral de París. Michel Mourre, vestido completamente de monje dominico sube al altar en la pausa tras el credo y lee este sermón escrito por Serge Berna:

HOY DÍA DE PASCUA DEL AÑO SANTO
AQUÍ
EN LA INSIGNE IGLESIA DE NOTRE-DAME DE PARÍS
ACUSO
A LA IGLESIA CATÓLICA UNIVERSAL DE HABER DESVIADO LETALMENTE 
NUESTRA FUERZA VITAL HACIA UN CIELO VACÍO
ACUSO
A LA IGLESIA CATOLICA DE ESTAFA
ACUSO 
A LA IGLESIA CATÓLICA DE INFECTAR EL MUNDO CON SU MORALIDAD FÚNEBRE
DE SER LA LLAGA QUE SE EXTIENDE EN EL CUERPO DESCOMPUESTO DE OCCIDENTE.

EN VERDAD OS DIGO: DIOS HA MUERTO
VOMITAMOS LA AGONIZANTE INSIPIDEZ DE VUESTRAS PLEGARIAS
PUES VUESTRAS PLEGARIAS HAN SIDO EL HUMO PRINGOSO DE LOS CAMPOS 
DE BATALLA DE EUROPA.


Michel Mourre y Serge Berna repasan el sermón antes del asalto de Notre-Dame.


Michel Mourre, con los poetas letristas Ghislain de Marbaix, izquierda, y Serge Berna, bajo custodia policial.

Los cuatro fueron perseguidos por los asistentes a la misa y escaparon por poco de un linchamiento seguro. Eso sí, todos fueron detenidos y puestos a disposición judicial. El eco inicial que tuvo en la prensa fue reprimido y solapado por noticias favorables a la misa de Pascua en todo el mundo, excepto en París, donde la noticia, con muestras de apoyo y reprobación, ocupaba las portadas de los periódicos y largos escritos de opinión.

No se hallaba presente en esta acción Isidore Isou, iniciador del Letrismo. Recogiendo la descomposición del lenguaje que había operado el Dadá y compartiendo con él la necesidad de un cambio revolucionario, Isou había llamado a la insurreción juvenil en la Rive Gauche de París atrayendo a sus filas a personas como Mourre o Berna. El cambio debía operarse desde la creación humana matando a Dios para sustituirlo por medio de la voluntad creadora individual. Así, todo el mundo podía identificarse con Dios.

Para Isou, la creación era la forma más elevada de actividad humana, siendo el arte la forma más elevada de creación y la poesía la forma más elevada de arte. Es desde el campo del arte, pues, desde el que se puede operar el cambio gracias a la enajenación que este supone sobre la cotidianidad burguesa, cada vez más alejada de la creatividad. Algo que, si se permite, recuerda a la posición de que mantuvo Herbert Read sobre el arte y el artista:

COMPRENDO QUE LA FORMA, LA ESTRUCTURA Y EL ORDEN SON ASPECTOS ESENCIALES DE LA EXISTENCIA; PERO EN SÍ MISMOS SON ATRIBUTOS DE MUERTE. PARA CREAR VIDA, PARA PROMOVER EL PROGRESO, PARA SUSCITAR INTERÉS Y VIVACIDAD, ES NECESARIO QUEBRAR LAS FORMAS, MODIFICAR ESTRUCTURAS, CAMBIAR LA NATURALEZA DE NUESTRA CIVILIZACIÓN. PARA CREAR HAY QUE DESTRUIR; Y UN AGENTE DE DESTRUCCIÓN EN LA SOCIEDAD ES EL POETA. CREO QUE EL POETA ES NECESARIAMENTE UN ANARQUISTA Y QUE ÉL DEBE RECHAZAR TODAS LAS CONCEPCIONES ORGANIZADAS DEL ESTADO, NO SOLO AQUELLAS QUE HEREDAMOS DEL PASADO, SINO TAMBIÉN LAS QUE SE IMPONEN AL PUEBLO EN NOMBRE DEL FUTURO.

Todas estas coincidencias puntuales solo traslucen puntos compartidos en tendencias que se asemejan y que nunca han dejado de estar latentes. No son conexiones directas como reconoce Greil Marcus en su libro Rastros de Carmín:

FUE UNA CIRCUNVALACIÓN DE LA FARSA, DE LA SÁTIRA, DE LA BROMA PESADA, DE LA LOCURA, LA FE, LA ALIENACIÓN; UNA CIRCUNVOLUCIÓN DE LO PERSONAL, LO HISTÓRICO, LO RELIGIOSO, LO CULTURAL Y LO POLÍTICO QUE NO PODÍA SER DESENTRAÑADO. LA APARICIÓN DE BAADER EN LA CATEDRAL DE BERLÍN FUE LO MISMO. PUESTO QUE ESTE HECHO NUNCA PUDO SER ANALIZADO, Y POR LO TANTO TAMPOCO PUDO SER NARRADO, ACABÓ POR ENCONTRAR SU LUGAR EN CASI TODAS LAS CRÓNICAS DADAISTAS, Y LOS CRONISTAS NO LE CONCEDIERON MÁS ATENCIÓN QUE LA QUE DEDICARÍAN A UNA TRAVESURA SIN SENTIDO. DÉCADAS MÁS TARDE ERA UNA BUENA HISTORIA. NO HAY RAZÓN PARA PENSAR QUE MICHEL MOURRE O SERGE BERNA ESTUVIERAN AL CORRIENTE DE LO QUE HABÍA HECHO BAADER, NI TAMPOCO PARA PENSAR QUE BAADER, SENTADO EN SU BANCO DEL PARQUE EN 1950, LEYESE LAS NOTICIAS DE LO QUE ELLOS HACÍAN Y LUEGO SE RIERA, O MALDIJESE, O SE QUEDARA CON LA MIRADA FIJA EN LAS PÁGINAS SIN COMPRENDER UNA PALABRA. PERO BAADER LE HABÍA IMPUESTO UNA DEUDA A LA HISTORIA: LA DEUDA DEL ACTO NO LIQUIDADO. SI LOS CUATRO DE NOTRE-DAME NO LA SALDARON NI DE CERCA, SEGURAMENTE LA TRAJERON DE NUEVO A LA LUZ; Y NO SOLO LA DEUDA, SINO TODA LA HISTORIA QUE ACARREABA.

El mensaje de las Pussy Riots mantiene la sintaxis y la semántica del resto de movimientos sociales contra instituciones políticas y religiosas, pero existen hilos que las mantiene unidas en un eterno retorno, con el pasado del que somos presente. No creo que que las Pussy Riot hayan saldado la deuda, pero al menos la han mantenido viva.

 

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