Hace unas semanas estuve
de congreso en Santiago, una forma de perder el tiempo tan eficaz como
cualquier otra. Lo bueno de estas “reuniones de carácter científico” es que uno
viaja y tiene la oportunidad de toparse con alguna cosa interesante para
alimentar y compartir su bucle de pensamiento habitual. Ahí va, pues, una
pequeña adenda a las anteriores reflexiones barrocas de MineÁRTpolis.
Álvaro Siza proyectó en
1994 el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, un edificio S O B R E S A L I E N
T E, silencioso pero tectónico, perfectamente
inserto en el mar de piedra gris de Compostela. Allí se expuso hasta el pasado
16 de junio una retrospectiva titulada James
Weilling: The mind on fire, cuyo discurso incluye naturalezas muertas,
tenebrismo y análisis de texturas, como la serie de tejidos realizada en 1988. Por
fechas, recursos y obsesión personal, no puedo eludir la cita evidente a Andrés
Serrano.
James
Welling. II, 1988
Niño
Jesús.
Iglesia de San Martín Pinario, Santiago de Compostela
A tan solo unas calles
del CGAC encontré el templo de San Martín Pinario, una iglesia que atesora en
su interior el repertorio más deliberadamente freak de “niños jesuses”, amén de
otras muchas suculencias barrocas que merecen la pena la excursión. Lo que no
sabía era la obsesión que el redentor estaba causando últimamente a nivel
historiográfico, y quizás por eso me hizo tanta gracia toparme al volver a Madrid
con un email en el que se me invitaba a la siguiente conferencia:
El próximo jueves, 13 de junio, a las 20:30, tendrá lugar la
conferencia "Insuflando vida a los objetos. Los Niños Jesús en contextos
afectivos en el Santiago decimonónico", que correrá a cargo de la
profesora Olaya Sanfuentes, de la Pontificia Universidad Católica de
Chile.
El
acto se celebrará en el Real Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, situado
en la calle Sierpes, 65.
Que el barroco y su
reinterpretación en la actualidad es TT ya no lo duda nadie, aunque es una pena
que en muchos de los tinglaos que se están montando para este año el criterio
se haya desvanecido en la sangría. Enarbolando la “puesta
en valor de una de las manifestaciones artísticas más genuinamente españolas”,
la Universidad Internacional de Andalucía se ha mojado el culo, pero bien, con
un Máster en Escultura Barroca española:
desde los siglos de oro a la sociedad de la información y las redes sociales.
Al margen de una programación ligeramente pretenciosa, con visos a traducirse en
una realidad académica de contenidos absolutamente inanes, no podemos dejar
pasar el hecho de que su principal patrocinador sea El Corte Inglés, un de las
manifestaciones más taxativamente barrocas de la actualidad contemporánea.
Algo más apetecible se presenta en Bilbao con Barroco exuberante. De Cattelan a Zurbarán.
El Guggenheim promete un “montaje cinematográfico” para un recorrido en el que
encontramos obras como Me encontré sola,
una más de la pléyade mesera de finales de la década pasada que tan
legítimamente encabeza Greta Alfaro.
Nathalie Djurberg y Hans
Berg. Fotograma de Me encontré sola, 2008
Greta Alfaro. Budapest and Viena, 2007
Cierro con Photoespaña’13:
Cuerpo. Eros y políticas
[¡Conmovedor!]. Otra prueba de que, a
este respecto, Andrés Serrano ya lo había hecho todo hace 20 años.
Shirin
Neshat. Divine Rebellion, 2012
Andrés
Serrano. Ascent, 1983
Post
Scriptum
Pareja
de referencias bibliográficas que pueden resultar de vuestro interés:
- Reynaldo González, Insolencias del Barroco, Madrid,
Ediciones Cumbres, 2013.
- Luis Vives-Ferrándiz, Vanitas. Retórica visual de la mirada,
Editorial Encuentro, 2011.
1 comentarios:
Ese giro "vivencialista" es muy bloguero. Muy chulo.
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