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14.2.13
Instinto escultural
Tengo
entreambas manos ambos ojos
Y
solamente lo que toco veo[1].
Sor
Juana Inés de la Cruz
En 1936, Oscar Hagen publicaba
en la Universidad de Wisconsin la obra Patterns
and principles of Spanish Art, en la cual promulgó una serie de constantes
idiosincráticas del arte español. De aquéllas que recogió Lafuente Ferrari, nos
interesan ahora especialmente dos de ellas: el llamado “instinto escultural”,
esa tendencia española hacia lo táctil, y la plamarity, es decir, el desarrollo de fondos planos, sobrios,
oscuros, que dan bulto a la forma y permiten concentrarse sosegadamente en la
figura representada[2].
Maravall volverá sobre esta idea cuando nos hable de esa “imagen sensible”
característica del mundo barroco[3].
Pues bien, algo que le había
pasado inadvertido a Omar Calabrese en 1987 fue que, aunque de manera aislada y
bajo reductos culturales un tanto extravagantes, antes de la era neobarroca que él proclamó ya se
habían producido flashbacks estéticos
al siglo XVII español.
Una magnífica prueba de ello la encontramos en
la película de José Val del Omar, Fuego
en Castilla. Tactilvisión del páramo del espanto, que no sólo encarna los
valores místicos atesorados en obras contemporáneas como la del falangista
Antonio Almagro[4],
sino que capta perfectamente la esencia táctil y cinematográfica de las
procesiones de Semana Santa en Valladolid, y nos lo demuestra a través de
juegos de luz en esos “religiosos incendios” [5].
No en vano ya había dicho el anarquista Felipe Alaiz que “entre todos los
estilos artísticos, el barroco es el que mejor arde”[6].
José
Val del Omar: Collage sin título (material
gráfico de Fuego en Castilla), ca.
1977-1982
Val del Omar participó en una ingente cantidad
de proyectos culturales, tanto en los años de la República como durante el
régimen franquista. De hecho, se ha especulado bastante con el hecho de que
fuese él quien acompañase a Renau a Toledo para rescatar las obras del Greco,
hecho que pudo influir en la esencia argumental del film. Tampoco Castilla es
una novedad en los tópicos hispanos que estamos evaluando: de Cervantes a Pedro
Almodóvar (Volver, 2006), son muchos
las postales, satirizadas o no, que se han hecho de la región manchega.
Víctor
Erice: Fotograma de El espíritu de la
colmena (1973). Una de tantas crónicas manchegas que ponen énfasis en el
lirismo de la región.
Ponerse
en situación
El ambiente místico que de
alguna manera provoca Val del Omar en sus proyecciones puede asimilarse
fácilmente a los Ejercicios espirituales de
San Ignacio de Loyola, quien promovía una serie de asociaciones sensoriales
para imaginar el paisaje místico y comunicarse mejor con Dios. En el siglo
XVII, por tanto, la imaginación y, sobre todo, la recreación sensible, juegan un
papel de gran importancia en el ejercicio de la fe[7].
Así pues, a pesar de la idea
tradicionalmente aceptada de que la pintura española no otorga importancia al
paisaje, queda, cuanto menos, puesta en duda por los credos jesuitas. Asimismo,
Gállego nos habló en sus símbolos del paisaje entendido como objeto, como
escenario de wildereness, ya sea para
practicar esa ascesis individual o como metáfora de dominación en los retratos
cinegéticos reales[8],
contemporáneamente satirizados por Julio Falagán.
Julio
Falagán: Entreteneos con algo, 2009
Adiestrar
retina y mano
El fenómeno del bodegón nos introduce
nuevamente en la paradoja la tactilvisión,
y en este sentido no deja de ser paradójico que Bernardino de la Pantorba
calificase los bodegones de Zurbarán como útiles ejercicios que sirvieron al
pintor para “adiestrar retina y mano”[9]
Francisco de Zurbarán: Naturaleza muerta con jarra y tazas,
1630-1635
El
bodegón español constituye uno de los géneros más susceptible de atraer tópicos
historiográficos (“the uniqueness of the Spanish approach to still life”[10]).
Miguel Morán nos habla de su temprana aceptación en el gusto de la época y de
la modernidad que esto implica, a pesar de que, como bien se ha visto más
arriba, este tipo de representaciones no sólo incluirán estudios de gran
sofisticación, sino que generarán en torno a ellas una tipología popular más
cercana a lo que hoy denominamos kitsch[11].
Gaya Nuño reivindicó la
terminología inglesa y alemana (still
life/stilleben) como calificativo
más acorde con la verdadera esencia del género, así como el componente lírico
del mismo, que no necesariamente ha de estar ligado a la reflexión ontológica
de la vanitas. La diáspora
contemporánea del bodegón “español” se ha diversificado en aspectos múltiples.
Antonio López retoma esa necesidad de venerar el alimento en sí mismo, mientras
que el pintor Jorge Diezma se recrea- como ya lo habíamos visto en el caso de
Andrés Serrano- en la retórica barroca como patrón estético. Sin duda, Val del
Omar entendió perfectamente el juego de calidades de Zurbarán del que
hablábamos más arriba.
Antonio
López: Nevera nueva, ca. 1990-1994
Jorge Diezma: Bodegón holandés, 2009
José
Val del Omar: Variaciones sobre una
granada (diakinas), sin fecha
Otras
sinestesia
La noción que
se tiene en el barroco de la visión es contradictoria
por definición. Por un
lado, se asume la superioridad de la vista respecto a los cuatro sentidos
restantes, mientras que, por el otro, la
fiabilidad de la experiencia visual es puesta constantemente en tela de juicio.
Este escepticismo hacia la experiencia sensorial, tan fomentada por otra parte,
deriva de la filosofía de Descartes, muy presente en la época. En este sentido,
Moshe Barasch afirma que Ribera neutraliza a unos ciegos que le sirven de
pretexto para ilustrar el tacto, pues
los representa como personajes humildes, frente a la tradición iconográfica convencional
del ciego heroico (adivino, poeta) o el ciego culpable (hereje, Edipo).[12]
[1] Citada en GARCÍA
ROMERO, Pedro, “Algunas notas para la lectura de Fuego en Castilla de Val del Omar”, en : desbordamiento de Val del Omar, Centro José Guerrero
(Granada)-MNCARS, 2010-2011, p. 150.
[2] LAFUENTE FERRARI, E., op. cit., pp. 32-36.
[3] MARAVALL, J. A., op. cit., p. 501.
[4] ALMAGRO, Antonio, Constantes de lo español en la historia y en el arte, Madrid, Imprenta Huertas, 1955.
[5] PAZ, O., op. cit., p. 283.
[6] GARCÍA ROMERO, P., op. cit., pp. 124-151.
[7] “En sentido místico, la experiencia visionaria no es necesariamente una experiencia óptica, pese a ser una experiencia de la imagen”, STOICHITA, Victor I., El ojo místico. Pintura y visión religiosa en el Siglo de Oro español, Madrid, Alianza Forma, 1996, p. 11.
[8] GÁLLEGO, J., op. cit., pp. 283-295.
[9] PANTORBA, Bernardino de, Francisco de Zurbarán, Barcelona, 1946, p. 6.
[10] COFFEY, Katherine (dir.), The Golden Age os Spanish still-life painting. Late 16th through early 19th centuries, New Jersey, Newark Museum, December 1964-January 1965.
[11] MORÁN TURINA, M., op. cit, p. 129.
[12] BARASCH, Moshe, La ceguera. Historia de una imagen mental, Madrid, Ensayos de Arte Cátedra, 2003, p. 191.
Etiquetas:
arte contemporáneo,
bodegón,
escultural,
iconografía,
kitsch,
Naturalismo,
Texto de Ana Amigo Requejo
16.7.12
DESENTERRADO EL BUSTO DE
PABLO IGLESIAS: ARQUEOLOGÍA POLÍTICA
El busto de Pablo
Iglesias, fundador del Partido Socialista Obrero Español, enterrado hace treinta
y nueve años, fue desenterrado ayer en los jardines de Rodríguez, del madrileño
parque del Retiro. Alfonso Guerra, Javier Solana, Máximo Rodríguez, Enrique
Múgica y Carmen García Biloise estuvieron presentes mientras se desenterraba la
cabeza- -1.500 kilos de granito- -para trasladarla a la sede del PSOE, donde
estará expuesta durante unos días.
Con esta
noticia aparecida en el diario ABC del 8 de febrero de 1979 se rescataba no sólo
la figura política de Pablo Iglesas;
sino que también de un modo más indirecto la memoria del escultor Emiliano
Barral.
De
familia de canteros segovianos, Emiliano nace en 1896 en un pueblecito de dicha
ciudad: Sepúlveda. Los primeros años de su carrera son de un análisis complejo
por la falta de información que disponemos. En 1917 está en Madrid realizando
el servicio militar; donde conoce al escultor Juan Cristóbal que le da la
primera oportunidad de dedicarse por completo a la escultura. Una vez finalizado
el servicio y consciente de su amor por este arte se traslada a Segovia para
solicitar una beca de estudios. Dicha beca será, a pesar de que en un primer
momento no se la conceden, lo que proyecte a Emiliano al mundo intelectual segoviano.
Antonio Machado, Blas Zambrano y su hija María Zambrano, Ignacio Carral, Julián
María Otero, entre muchos otros, elogiarán el trabajo de Emiliano.
Muchos de ellos (incluyendo a nuestro
protagonista) junto con los escritores Ortega y Gasset, Ramón Pérez de Ayala y
Gregorio Marañón formaron el 14 de
Febrero de 1931 en el Teatro Juan Bravo de Segovia la Agrupación al Servicio de
la República.
Su estilo se irá enfocando en estos
momentos hacia un Realismo más crudo, en relación con los trabajos que está
exponiendo Victorio Macho en estos momentos. De esta etapa Segoviana podemos
destacar la cabeza de Julián María Otero
o el busto del poeta Antonio Machado.
BUSTO ANTONIO MACHADO.
SEGOVIA 1920
La amistad entre el escultor y el poeta
quedaba recogida en uno de los poemas de este último:
“ … Y tu cincel me esculpía
en una piedra
rosada
que lleva una
aurora fría
eternamente
encantada.
Y la agria
melancolía
de
una soñada grandeza
que es lo español
( fantasía
con que adobar la
pereza)
fue surgiendo de
esa roca,
que es mi espejo,
línea a línea,
plano a plano
y mi boca de sed
poca
y , so el arco de
mi cejo
dos ojos de un
ver lejano,
que yo quisiera
tener
como están en tu
escultura:
cavado en piedra
dura,
en piedra para no
ver”
Desde este momento la carrera de Emiliano se dispara,
viajará a París en 1921 y a su vuelta expone en la Exposición Nacional de
Bellas Artes con dos bustos: el del poeta Antonio Machado y el de Blas Zambrano. Pero uno de los momentos más relevantes de su
carrera será 1924, año en el que se le encarga el monumento en honor a Rubén
Darío y al ceramista Daniel Zuloaga. Este mismo año expondrá de nuevo en la Exposición Nacional de
Bellas Artes con el busto “Mujer segoviana”.
MONUMENTO A DANIEL ZULOAGA
MUJER
SEGOVIANA.
En 1925 comienza la etapa Madrileña de Emiliano Barral.
Tras la muerte de Pablo Iglesias, se hace cargo de la realización de su mausoleo
para el cementerio civil de la ciudad. La obra se presentó en 1930 y en ella trabajó en colaboración con el arquitecto Azorín.
INAUGURACIÓN DEL MAUSOLEO DE PABLO IGLESIAS.
En 1929 llega su gran momento: la primera exposición
individual. En ella presenta 27 obras y le supone la puerta a la alta
sociedad madrileña. Algunas de las obras
de este momento son el busto de Gregorio Marañón, sus oso polares que le dan el
éxito en el XI Salón de Otoño en 1931 o los monumentos a Lope de Calle,
Leopoldo Cano y el doctor García Tapia (entre
1934 y 1935).
Con el estallido de la Guerra Civil su actividad se dividirá en
dos ámbitos: las Milicias Segovianas fundadas con el músico Agapito Marazuela y
la "Junta de Incautación del Patrimonio". En esta última junto con María Teresa
León y Rafael Alberti llevaron a cabo el salvamento del patrimonio de Alcalá de Henares y Guadalajara así como al
traslado a Madrid de las obras del Greco.
El 21 de Noviembre de 1936 muere en las trincheras de
Usera. En 1937 se celebra la Exposición Internacional de París en la que se
expondrá varias obras del artista como último homenaje.
FOTOGRAFIA DE EMILIANO BARRAL
OSO POLAR
Esta colaboración nos la hace Marta Vírseda Bravo, una segoviana licenciada en Historia del Arte que actualmente está terminando un Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte Español por la Universidad Complutense de Madrid. Marta trabaja en la línea de la promoción regia, las ceremonias de manifestación del poder y la iconografía genealógica de la monarquía en la Baja Edad media... Hoy también es su cumpleaños.
Etiquetas:
arte contemporáneo,
escultural,
texto de Marta Vírseda Bravo
30.4.11

Este escultor holandés, nacido en Leiden (Holanda) en 1926, no contemplaba su futuro artístico cuando llegó a Venezuela huyendo de la presumible llamada al ejército de los Paises Bajos que en 1947 estaba enfrascado en el mantenimiento de su imperio colonial.
Hechos centrales de su formación y desarrollo como escultor serán su estancia en la isla de Granada, donde representará a la población nativa, y el aprendizaje de las técnicas de fundición con el escultor Starreveld en su Holanda nata.
En 1964 se instalará de nuevo en Venezuela donde restauró el molino de caña de azúcar "un trapiche en la Hacienda la Trinidad", en las montañas que rodean Caracas, convirtiéndolo en su estudio.
Zitman ha creado un pueblo de bronce, figuras de piel tersa y volumen marcado que representan una cultura un modo de vida más despojado, también más sensible.
Capaz de otorgar sensualidad al metal, un tipo de sensualidad que Marta Traba caracteriza muy bien al decir que son figuras de "rostro chato, aborígen, hermético; cuerpo deforme con un vientre prominente; brazos y piernas a cargo de los cuales corre la parte irrisoria y dinámica de la representación, por su delgadez y malicia expresiva. Figuras inactivas, poco sensuales, debido a su preñez falsa o verdadera, pero hiper-sensuales desde otro punto de vista. Quiero decir que no se trata de la aburrida y mecánica sensualidad del play-boy; no se trata de la sensualidad fabricada a medida de las excitaciones del consumidor, sino de una sensualidad más honda y animal, la sensualidad de estar ahí y no hacer nada por ocultarse; la sensualidad del “cuerpo naturalmente” desnudo y por lo mismo abierto, dócil y posible."

Porque las relaciones hablan muy bien de las pretensiones de los artistas, donde aparentemente existen dos autores radicalmente opuesto en su concepción del arte, también existen nexos de unión que nos permiten definirlos, así, en el retrato de sociedad, Duane Hanson retrará la sociedad norteamericana:

Mientras que Zitman hará lo propio con la centroamericana:
Esta entrada es una invitación a que visitéis la exposición que aún puede verse en el Museo Provincial de Jaén (hasta el 4 de mayo). Es una muestra muy sugerente y completa ya que permite entender mejor el proceso de creación del autor con vaciados en escayola preparatorios para la escultura, así como dibujos y un documental en el que el Zitman es el protagonista y nos cuenta su visión de la escultura y de como conoció a la famosa marchante rusa Dina Vierny, la verdadera artífice de la fama del autor. Que cada cual extraiga sus conclusiones.

Mientras que Zitman hará lo propio con la centroamericana:

Etiquetas:
escultural,
texto de Sergio Ramiro Ramírez
17.1.10

Esta semana tenemos el gran placer de presentarles parte de la exposición La mecánica y el gesto de Pablo Capitán del Río. Escultor, pintor, taxidermista, ensayista, mecánico, científico e investigador de la resistencia y otros tipos de fenómenos más lúdicos y tramposos, Pablo Capitán del Río estudió Bellas Artes en Granada, cursó un máster en Producción Artística en la UPV y ha expuesto en numerosas salas de exposiciones, además de resultar uno de los ganadores del Certamen de Artes Plásticas del IAJ en 2007. Pero no estamos aquí para dejarnos atrapar por la Academia, no, lo que nos interesa es otra cosa, algo más cerca de la tensión del hocico de la primera de las obras que les presentamos, Efigie, algo como la contracción de sus belfos o el misterio que se extiende como niebla en torno al animal.
.
Abrimos la exposición con un punto de fuga, una escultura inspirada en las imágenes de los repelentes para perros, transformación del gesto por un hilo de nylon, diversificación de la mirada que deforma en dos sentidos.
Hace usted bien en dudar, quiere decir que observa, que es observado por el animal. Tenga Cuidado.
Alguien pregunta en qué sentido es la violencia de la Efigie, alguien devuelve la pelota. Se trata de la luz, qué demonios sucede cuando la luz es máxima, cuándo el terror es un brazo que se tensa, cuando hay un Hombre con pánico, a mediodía.
HOMBRE CON PÁNICO, A MEDIODÍA
Detrás de la luz está la trampa. Detrás de la luz y de las denominaciones.
Por eso han de procurar andárselas con ojo en este espacio donde pueden pasar cosas…, cosas como que el juego de Gesto les coja por sorpresa y ¡zás! los pliegues se aparezcan y las manos (minutos antes hacia el cielo) se trasmuten en orgánica carne.

SINESTESIA
SINESTESIA
Eres un enormísimo tramposo, Pablo, un enormísimo escultor, muchas gracias por venir a Mineártpolis, los ejércitos de ojos de la polis te dan la bienvenida. Un whisky a tu salud. Esperamos volver a verte pronto por aquí.
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